Cada piel es diferente y necesita cuidados específicos. En nuestro centro, te ofrecemos una variedad de tratamientos faciales pensados para mejorar la salud, textura y aspecto de tu piel.
Los tratamientos que tenemos son ideales para hidratar, nutrir, iluminar, reafirmar, equilibrar o calmar la piel, según lo que tu rostro necesite en cada momento.
Restaura la humedad natural de la piel, dejándola suave, fresca y flexible. Ideal para pieles secas o deshidratadas.
Aporta vitaminas y activos que nutren en profundidad, mejoran la elasticidad y ayudan a reducir líneas de expresión y signos del envejecimiento.
Unifica el tono, revitaliza y devuelve el brillo natural al rostro apagado o fatigado, para una piel más radiante y saludable.
Estimula la producción de colágeno para mejorar la firmeza de la piel, ayudando a redefinir el contorno facial.
Ayuda a limpiar, purificar y equilibrar la piel grasa o con tendencia acneica, reduciendo imperfecciones y mejorando su apariencia.
Calma, hidrata y protege la piel reactiva o enrojecida, aliviando molestias y reforzando la barrera natural de la piel.
La higiene facial es el primer paso para mantener una piel sana, limpia y equilibrada. Ayuda a eliminar impurezas, células muertas y restos de maquillaje o polución que se acumulan en el día a día.
Contamos con diferentes opciones según las necesidades de tu piel:
Limpieza profunda que elimina suciedad, exceso de grasa y células muertas. Deja la piel fresca, suave y preparada para absorber mejor cualquier tratamiento posterior.
Además de limpiar la piel, este tratamiento incorpora activos nutritivos que hidratan, revitalizan y aportan confort, ideal para pieles apagadas, secas o con signos de fatiga.
La aparatología estética permite potenciar los resultados de los tratamientos faciales, trabajando a nivel más profundo para lograr una piel más firme, luminosa y rejuvenecida.
Disponemos de distintas tecnologías adaptadas a cada tipo de piel y objetivo específico:
Estimula la producción natural de colágeno mediante calor controlado, ayudando a reafirmar la piel, mejorar la elasticidad y reducir la flacidez del rostro.
Técnica que realiza microperforaciones controladas en la piel para favorecer la regeneración y la absorción de activos. Mejora textura, poros, cicatrices, arrugas y tono.
Permite que los principios activos penetren a capas más profundas de la piel mediante impulsos eléctricos suaves, sin agujas ni molestias, maximizando los resultados del tratamiento.